Era un día extraño en lo que parecía ser una especie de escuela, distinta a la que solía asistir. Se habían juntado personas que iban conmigo en secundaria y las de prepa. Parecía que todos nosotros íbamos a una clase de internado moderno similar a mi escuela, pero más personalizado; con una mezcla de ficción y realidad en su estructura.
Todo parecía estar bien, salimos a tomar aire y a comer, era aproximadamente medio día y teníamos hambre. Una amiga y yo salíamos del edificio, cuando empezamos a notar una clase de aviones muy raros en el cielo. Su número era grande y no comprendíamos qué sucedía, pero de repente, vimos que se acercaban a nosotros: estaban cayendo. Al momento que nos dimos cuenta, se escuchaban explosiones y bombardeos en todos lados. El edificio se estaba derrumbando, junto con la gente que llevaba dentro. Mis amigos y yo logramos huir del lugar y nos internamos en la calle, donde veíamos cómo la ciudad se estaba destruyendo poco a poco por las bombas y los aviones que caían.
Pero estaba ocurriendo algo muy extraño. -"Parece que esto es el final"- repetía mi amiga. Probablemente era cierto, era el final, la clase de final en que nadie cree. La clase de final a la que todos le temen. Había una guerra estaba claro, y había que estar juntos para sobrevivir, pero pasaba algo más aparte de las bombas y los aviones: se había extendido la peste de los muertos vivientes, o zombies.
Personas gritando "Están vivos!, Son reales!, Sálvense todos!, Estamos perdidos!, Dios nos libre!" entre otras cosas. Yo no lo podía creer, hasta que vi uno frente a mi. Nos estaba siguiendo y no sabíamos dónde refugiarnos, pues todo peligraba por las bombas y los zombies. Nos ocultamos detrás de una camioneta y escuchamos que nos llamaban.
-"Sam, ven! Aquí tenemos un escondite"
Entramos al lugar que parecía subterráneo. Tenía una ventana donde se podía ver lo que pasaba afuera. Estábamos en la casa de alguien, pero no puedo recordar de quién era. Las personas ahí parecían conocerme a la perfección, pero yo no las recordaba. Al parecer ahí tendríamos que permanecer para poder sobrevivir. Había poca comida y espacio, y eramos un grupo de seis personas aproximadamente.
Afuera, las bombas y gritos aún se podían escuchar. -"Necesitamos salir por más comida, no aguantaremos mucho"- decía alguien. Y sí, así era, no íbamos a aguantar mucho ahí abajo. Además de que nuestros familiares estaban afuera, probablemente ya muertos o transformados en zombie.
No recuerdo más del sueño, hay imágenes y sensaciones, pero no las puedo plasmar a letras, es algo complicado. Sólo puedo decir que el ambiente donde ocurrió mi sueño, era bastante real y también era una mezcla de lugares que conozco. La destrucción y los ruidos me siguen dando escalofríos, porque era muy gráfica, al igual que los zombies. Recuerdo que en el sueño hubo veces en las que caí y me agarraban del brazo, y todo eso se sentía tan real.
Desperté sudando frío, con algo de escalofrío y respiración agitada como a eso de las 4:00 am. Intenté dormir nuevamente, pero pareciera que el sueño continuó. Desperté nuevamente a eso de las 11:00 am y el sueño entero vino a mi mente, y no hubo otra cosa que sintiera, más que las ganas de escribir lo que recordara, aunque fuera poco. Los sueños se desvanecen.
