martes, 16 de noviembre de 2010

Heterónimo

Amantes, ambos lo son. Pero qué ironía la que estoy leyendo, son dos almas que se han conectado por medio de un lazo casi tan fuerte como el amor, pero que es es su lugar, el miedo. Miedo a ser rechazado en el caso de María José y miedo a la soledad y el vacío constante por parte de Antonio.

Me deprime la idea de que ambos se comprenden; comprenden su dolor. La pasión que comparten ambos, el sentimiento profundo que se expresan mutuamente, es bello, pero deprimente a final de cuentas.

Ya me había tocado ver a María José en una ocasión, y me parecía tan ajena a todo que hasta dudaba de que alguna vez hubiese sentido algo por algo o alguien. Qué equivocado estaba. En cambio a Antonio, yo veía lo maldito de su alma; ese desgraciado, que hasta sentí rabia y compasión por la jorobada que le escribió con tanto sentimiento, con tanto corazón. No se lo merece, nadie se lo merece. Nadie merece un destino tan cruel como el de esa joven, ni tampoco nadie merece el destino que se buscó Antonio. Pero una vez más, algo los une a los dos.

La soledad, el desamor hacia uno mismo, la intensa excitación que sienten al pensar en el otro, son las cosas que comparten estas dos personas y que a la vez los mata. No sé qué más inferir de esto, ya no tengo lágrimas para llorar, y estoy seguro de que ellos tampoco.

Ya sé que llorar no sirve de nada, pero limpia. Y aquí me tienen, también lloré.

1 comentario:

  1. Hola me encontre con tu blog en una recomendación de yahoo repsuestas , me gusto esta entrada, espero visite4s mi blog saludoss

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